Nuestra aventura por Uzbekistán, comienza en su capital Tashkent. Llegamos al Aeropuerto Internacional de Taskent, el principal aeropuerto internacional del país y también el aeropuerto de mayor tamaño situado en Asia Central.
La primera impresión fue buena. Recogimos las maletas y pasamos el control de pasaportes rápido y sin problemas. No pensábamos que iba a ser tan fácil, ya que habíamos leído que eran bastante estrictos en esta frontera.
La primera misión era encontrar un cajero o una casa de cambio para hacernos con nuestros primeros soms uzbekos, pero no encontramos ninguna de las dos cosas.
Vimos una oficina de turismo y entramos a preguntar. El chico nos indicó que la casa de cambio estaba situada antes del control de pasaporte, y nos acompañó para decirle al guardia que necesitábamos volver a pasar. Ningún problema, pasó Javi al otro lado, mientras yo esperé con las maletas.
En 5 minutos ya teníamos los soms en el bolsillo.
Como el chico de la oficina de turismo se portó fenomenal con nosotros y nos ofreció buen precio (80.000 UZS) para la reserva de un taxi hasta el hostel (o eso pensábamos, porque más tarde nos daríamos cuenta que nos había clavado), decidimos contratarlo con él.
El aeropuerto está situado a unos 12 kilómetros del centro de Tashkent, pero nuestro hotel está como a mitad de camino, en 10 minutos estábamos aparcando en la puerta.
Para alojarnos en Tashkent elegimos el Topchan Hostel, un albergue jóven con muy buen ambiente y un personal encantador.
Nos alojamos tres noches en este hostal y todo fue correcto.
La habitación estaba decorada con una temática japonesa y era cómoda y sobre todo limpia.
Baño compartido para 6 habitaciones, muy limpio también
Las zonas compartidas son muy alegres, con dibujos y colores por todo lados.
El desayuno está incluido en el precio, se sirve en la cocina comunitaria y es abundante y casero. A destacar la tortilla francesa mezclada con leche que hace la señora!! Deliciosa!!
Buen wifi. Por el precio que tiene (15€ por noche) es un lugar muy acogedor y limpio.
Dejamos las maletas en la habitación y preguntamos en recepción algún lugar para poder ir a cenar.
Nos recomendaron el restaurante La Piola, del que ya os hablaremos más adelante, solo deciros de momento, que nos encantó y repetimos.
Cenamos kebab de alitas de pollo, guiso de cordero, pan , coca cola y de postre fumamos una shisha (14.4000 UZS).
Con el estómago lleno volvimos dando un paseo hasta el hostel y nos metimos en la cama, que mañana queremos aprovechar el día a tope.
HOLY ASSUMPTION CATEDRAL
La primera visita del día se encuentra bastante cerca de nuestra alojamiento, como a 30 minutos caminando, así que con energías renovadas decidimos ir dando un paseo.
La Holy Assumption Catedral o la Catedral de la Asunción de la Virgen es una iglesia ortodoxa construida en el año 1871.
Su color azul llama poderosamente la atención y hace que cruces con muchas ganas el umbral de entrada.
El patio estaba muy tranquilo, tan solo nos cruzamos con un par de obreros de una obra aledaña.
El interior de la catedral está profusamente decorado, la verdad que no se sabe ni dónde mirar, con todos los objetos e imágenes que hay colgados y colocados por todos lados.
Dentro de la iglesia está prohibido grabar o sacar fotos.
Nos gustó mucho esta visita, un lugar tranquilo, con una preciosa arquitectura, donde poder observar a la comunidad ortodoxa de Tashkent, algo a lo que no estamos muy acostumbrados.
Además siempre es curioso visitar una iglesia en un país musulmán, así nos podemos hacer una idea de la influencia de la Unión Soviética en Uzbekistán. Recomendada, durante el viaje solamente vimos dos iglesias y las dos fueron en Tashkent.
Como nos gusta conocer las ciudades caminando, decidimos ir de esta manera hasta la plaza Amir Timur. No sabría deciros si fue un error o no, puesto que el camino nos gustó mucho, largas avenidas con edificios enormes y cuadriculados, tipo soviéticos… pero estaba lejos de narices!! Tardamos casi 1 hora en llegar.
El principal objetivo era llegar hasta la oficina central de telefonía de Beeline.
Lo conseguimos sin ningún problema, usamos la aplicación Maps.me, para movernos por las distintas ciudades de Uzbekistán y nos fue fenomenal.
Tuvimos algún problema para hacernos con la tarjeta, ya que el chico nos pedía el registro de reserva del hotel dónde estábamos alojados, cosa que no teníamos, ya que no te lo dan hasta que haces el registro de salida y abandonas el hotel.
Puso múltiples pegas… y ya casi cuando nos estábamos marchando, cambió de opinión y nos la vendió sin ningún problema, pasó por alto el registro de marras…
Compramos una tarjeta Beeline con 4GB de datos por 95.000 UZS. Al fin estamos conectados!!
PLAZA AMIR TIMUR Y ALREDEDORES
Ya con los deberes hechos nos disponemos a conocer el centro neurálgico de la ciudad, la Plaza Amir Timur.
Se trata de una zona bastante grande y ajardinada. En el centro hay un enorme monumento del gobernador, Amir Timur, montado a caballo.
Nos llama la atención lo limpio y bien cuidado que está todo. Un lugar agradable para pasear lejos del caos del tráfico.
El Palacio de los Foros es uno de los edificios más bonitos y que más llaman la atención en las inmediaciones de la plaza.
Es relativamente nuevo, construido en 2010, se ha convertido en el lugar donde se celebran los eventos más importantes del país.
Aunque el edificio que más nos gusta y que más tiempo pasamos admirando, es sin duda alguna, el Hotel Uzbekistán, uno de los símbolos de Tashkent.
Tiene una arquitectura y diseño únicos, con forma de un libro abierto y evoca tiempos de la era soviética.
Desde luego, fotogénico es un rato!! Nos pasamos delante de él mucho rato contemplándolo y haciéndole fotos!! Desde todos los ángulos posibles!!
MINOR MOSQUE
Para ver la puesta de sol decidimos ir a la Minor Mosque o Ak Mezquita, como le conocen los locales.
Es una de las mezquitas más modernas de la ciudad (se construyó en 2014), pero con una arquitectura uzbeka clásica.
Está ubicada un poco lejos del centro, por lo que cogemos un taxi (5.000 UZS) y en 10 minutos estamos admirando la bella mezquita blanca y azul.
Sabíamos que el interior de esta mezquita es maravilloso, con increíbles trabajos en madera, pero lamentablemente no nos dejaron entrar. Por lo visto, solo para musulmanes… aunque yo creo que dimos con alguien bastante cerrado, porque en todos los lugares habíamos leído que las visitas al patio para turistas, estaban permitidas. En fin, por no discutir, nos dimos la vuelta y salimos de nuevo a los jardines.
Arquitectónicamente el edificio de la mezquita es precioso, construido en un brillante mármol blanco, con delicados mosaicos y madera. Yo la denominaría como: Elegante.
Nos pareció bonito ver la puesta de sol allí, el entorno está muy cuidado y el ambiente es muy relajado, con parejas paseando por los jardines y deportistas remando en los canales.
A pesar de no dejarnos disfrutar del interior, pasamos un rato muy agradable en los alrededores de la mezquita.
TORRE DE LA TELEVISIÓN
Los jardines también son un buen lugar para obtener una excelente panorámica de la Torre de la Televisión de Tashkent, el edificio más alto de Uzbekistán y el segundo de Asia Central, con una altura de 375 metros.
Nosotros decidimos solamente verla por fuera, ya que solo se puede subir hasta la sexta planta (97 metros, a la altura de la primera bola) y encima no te dejan subir ni con móviles, ni con cámaras, por las excesivas medidas de seguridad. En la séptima planta hay un restaurante giratorio.
Esta zona de los canales está llena de restaurante y cafés. Ya se nos ha hecho de noche y aún no hemos comido así que entramos en un restaurante que nos pareció que tenía muy buena pinta y carta en inglés.
Pedimos unos rollitos de hojas de parra rellenos de carne y un guiso de carne de ternera con patatas fritas, pan y coca colas, todo ello por 60.000 UZS.
Era ya noche cerrada, pero no teníamos ganas de irnos al hotel aún, así que preguntamos al camarero por algún local por la zona donde poder tomar un té y fumar una shisha.
Son tan sumamente amables, que el chico dejo su trabajo, nos montó en su coche y nos acercó a un garito muy molón, con vistas a los canales.
Estuvimos de lujo allí sentados durante un buen rato (té+shisha 150.000 UZS)
Para volver al hostel cogimos un taxi, que a estas horas ya hacía bastante frío (50.000 UZS).
Y aquí acaba nuestro primer día en Tashkent. Nos ha gustado mucho, la verdad. Con ganas de que llegue el día de mañana para seguir descubriéndola!!
COMPLEJO HAST-IMAM
Amanece un nuevo día y estamos dispuestos a seguir descubriendo Tashkent.
Hablamos con el taxista del hostel para que nos lleve hasta el complejo Hast-Imam (15.000 UZS).
Se trata de un complejo, muy amplio y sobre todo limpio, donde se encuentra una preciosa mezquita y un museo.
Recomendamos empezar el viaje a Uzbekistán por su capital. Los monumentos que veremos aquí son bonitos, pero hay que reconocer que lo que veremos después lo superará con creces, así que es la mejor opción para ir in crescendo. A nosotros esto nos parece bastante importante a la hora de planificar un viaje.
La preciosa Mezquita Teleshayakh es la mejor visita de la ciudad o por lo menos la más monumental. Tiene grandes bóvedas de color turquesa y gresite de colores blanco, verde y azul.
A un lado de la plaza se encuentra un pequeño museo, de pago (22.000UZS), que alberga el Corán más antiguo del mundo, del siglo VII, una auténtica joya de la historia.
La verdad que alucinamos con el libro, es enorme (353 páginas) y se ve que es antiquísimo!! Lo tiene metido en una urna, con aire acondicionado y bajo vigilancia constante.
Lamentablemente en el interior, no se puede grabar ni hacer fotos.
Tras salir del museo, intentamos entrar a la mezquita, pero coincidió con la hora del rezo, así que solamente pudimos acceder al patio.
Aun así, pensamos que bien merece una visita el complejo Hast-Imam, tanto por la mezquita, como por el Corán.
Frente a la mezquita vimos una peluquería, así que para no perder la costumbre, Javi se corta el pelo de viaje. La verdad es que es una inversión!! Por 20.000 UZS, alrededor de 2€, le dejan arreglado para una buena temporada.
Junto a la peluquería encontramos unos cuantos locales con hornos donde vendían samosas, así que perfecto para almorzar!! (20.000 UZS)
Tras el almuerzo, exquisito y calentito, por cierto… cogemos un taxi (50.000 UZS) para que nos lleve a conocer la segunda iglesia ortodoxa que veremos durante el viaje a Uzbekistán.
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CATEDRAL DE SAN ALEXANDER NEVSKY
Se trata de la Catedral de Alexander Nevski, ubicada en el interior de un cementerio.
Como la que vimos anteriormente es de color azul, pero ahora predomina el blanco y las cúpulas son plateadas y azules.
Fue construida en el año 1905 y ha sido restaurada después de un terremoto y un incendio.
El interior al igual que la anterior, está sumamente adornado con pinturas de imágenes de santos, ángeles y arcángeles con marcos dorados.
De nuevo nos gusta mucho más por fuera que por dentro. Súper fotogénica también.
La iglesia la vimos rápido, pero nos entretuvimos un buen rato en el cementerio en el que está situada. Las lápidas nos llaman mucho la atención, tienen grabadas de una forma híper realista la imagen de la persona que está allí enterrada.
También encontramos un gran panteón donde había un enorme monumento conmemorativo al Pakhtakor Taskhent Fútbol Club. Es un equipo de fútbol de la ciudad, que sufrió un grave accidente aéreo cuando volaba hacia Bielorrusia para jugar un partido, en el año 1979 y donde más de la mitad del equipo falleció.
Este lugar nos dejó un poco con el estómago revuelto…
PLAZA DE LA INDEPENDENCIA
Volvemos a cogemos un taxi (20.000 UZS) para que nos acerque hasta la Plaza de la Independencia o Mustaquilik Maydoni, lugar donde los uzbekos celebran las fiestas nacionales y días señalados.
La Plaza de la Independencia es enorme, ocupa un territorio de más de 12 hectáreas y está llena de fuentes y senderos verdes.
Nos disponemos a subir los escalones bajo las columnas de mármol blanco y a lo lejos ya vemos algo raro… está todo vallado!! No se puede pasar!!
Umm… que faena… preguntamos a un policía que andaba por allí vigilando para que nadie pasase y no nos entendimos, pero nos quedó claro que no se podía acceder, al ver su claro gesto de prohibido con su cruce de brazos.
Pues nada… otra vez será… en todos los viajes siempre tiene que haber algún lugar que esté en obras o cerrado, no falla!!
Para quitarnos el disgusto nos compramos un kebab y un par de coca colas para llevar (30.000 UZS), en un pequeño puesto que encontramos de camino al metro.
TOUR POR LAS ESTACIONES DE METRO
Esta puede ser una de las excursiones más baratas de la historia, por la friolera de 2.400 UZS (unos 25 céntimos de euro), vamos a pasar más de 1 hora bajo tierra, recorriendo alguna de las principales estaciones de metro de Tashkent.
El metro de Tashkent fue el primer sistema de metro en funcionamiento en Asia Central. Fue inaugurado en el año 1977 y cuenta con 29 estaciones, donde la arquitectura y la decoración de cada estación, se basa en un tema en concreto.
Sus monumentales estaciones, de la época soviética, son unas de las más decoradas del mundo y bien merecen la pena una visita.
Nos recordaron mucho a las estaciones de metro que ya habíamos visitado anteriormente en Moscú, pero hay que reconocer que aunque son muy bonitas y lujosas, no llegan a su nivel. Otra de las principales diferencias es que las de Tashkent están ubicadas a mucha menos profundidad que las moscovitas.
Estamos de suerte y os las podemos mostrar, ya que hasta el 1 de junio de 2018 era ilegal hacer fotografías dentro del metro. Se consideraban instalaciones militares, por usarse como refugio ante posibles ataques nucleares.
Las estaciones están llenas de elementos decorativos de granito, mármol, cerámica, alabastro… a continuación os dejamos los nombres de las más destacadas:
- Kosmonavtlar
- Mustakillik Maydoni
- Alisher Navoi
- Pakhtakor
- Amir Timur
- Yunus-Rajabiy
Curiosamente, después de la ruptura de la Unión Soviética en el año 1991, se cambió el nombre de algunas estaciones para eliminar las referencias al comunismo.
En conclusión una visita muy recomendable y sobre todo barata. Además haga el tiempo que haga, ahí dentro se está fenomenal, ya que está climatizado.
Nos bajamos en la estación de nuestro barrio y nos disponemos a despedirnos del restaurante del que ya os hablamos el primer día, La Piola.
Es un restaurante, que a priori, por su aspecto, parece muy caro, pero nada más lejos de la realidad, los precios son buenísimos.
El servicio es excelente y hay súper buen ambiente, con música en directo.
Está decorado al “estilo ruso”, muy romántico y los platos eran absolutamente deliciosos. Tienen bastante variedad de comida uzbeka.: sopas, kebabs y cordero… probamos diferentes platos y todos nos entusiasmaron.
El precio medio de una cena en La Piola ronda los 15.0000 UZS, para dos personas.
No podemos más que recomendarlo!! Si os alojáis por la zona, no dejéis de ir.
Para volver al hostel nos llamaron desde el mismo restaurante a un taxi (5.000 UZS).
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CENTRAL ASIAN PLOV CENTRE
Último día en Tashkent. Hacemos las maletas y el registro de salida en el hostel y nos vamos a hacer las 2 visitas que tenemos programadas para el día de hoy, antes de ir al aeropuerto para poner rumbo a Khiva.
Le decimos al taxista del hotel que nos lleve hasta el Central Asian Plov Center (15.000 UZS), ya que queremos probar antes de irnos la comida estrella del país.
Llegamos como a las 11:00 de la mañana y ya estaban en pleno proceso de preparación del plov. Nos comentaron que de estas enormes cazuelas, salen alrededor de 1.000 raciones al día. Muuuy fuerte!!
El plov se tata de un plato de arroz cocinado en una olla, con grasa de cordero, cebollas y zanahorias. Es una comida que se prepara normalmente los días de fiesta, celebraciones, reuniones familiares… algo parecido a cuando nosotros hacemos una paella.
La multitud de uzbekos que se arremolinaban entre las cazuelas era considerable, pero logramos hacernos con el tan deseado plato de plov (3.600 UZS), eso sí, con la ayuda de nuestro taxista, ya que allí solo hablan ruso.
Después de adquirir el preciado plov, nos dirigimos a un gran comedor, lleno de mesas, sillas y sobre todo de gente. Gente de todo tipo, desde obreros a oficinistas, todos en la hora libre de la comida degustando el tan famoso plov.
Pedimos un par de coca colas, pan y nos dispusimos a probar el manjar uzbeko por excelencia.
Está delicioso!! Nos encantó!! El arroz está muy sabroso y la carne, aunque sea de cordero, no es tan fuerte como pensábamos a priori. Eso sí, es bastante contundente. Con un solo plato para los dos y con lo temprano que era aún, tuvimos más que de sobra.
Tras llenar el estómago con el delicioso plov, nos montamos en el metro para bajarnos en la estación de “Chorsu” y visitar el famoso bazar del mismo nombre.
CHORSU BAZAR
El Chorsu Bazar es un enorme mercado donde se venden todo tipo de productos: de alimentación, hogar, droguería, artesanía y ropa.
“Chorsu” viene del idioma persa y significa “encrucijada” o “cuatro corrientes”, justo donde está situado el bazar, en un cruce de cuatro grandes avenidas.
Los puestos de ropa se encuentra en el exterior, pero el resto de productos están ubicados bajo unos grandes pabellones cubiertos, coronados con cúpulas azules, que pueden llegar a parecer las cúpulas de un circo.
Los productos también están distribuidos por secciones y por filas, todo perfectamente ordenado y limpio. Desde arriba parece un tetris!!
Los puestos que más nos llaman la atención son los de frutas y especias, por su colorido y brillo.
Tenemos que reconocer que picamos comparando alguna cosa: Pantalón de chándal 40.000 UZS, gorro lana 50.000 UZS y también comimos un poco… 50.000 UZS, precios aproximados, ya que no hay que olvidarse de regatear.
También hay un área de comida, donde el kebab es el rey de la mesa.
La última zona que visitamos es la de las panaderías y casi que fue la que más nos gustó. Los panaderos son súper simpáticos y enrollados y nos invitaban a sacar fotos y grabarlo todo.
La verdad que no hemos visto ni un solo turista en el mercado, todo era gente local. Muy auténtico.
Nos ha encantado, es el lugar perfecto para ver el día a día de la gente que vive en la ciudad y trabaja en el mercado. Tashkent en estado puro!!
Nos liamos tanto con los panaderos que ya con el tiempo justo, cogimos un taxi 30.000 UZS, que nos llevó al hostel a por las maletas.
Y aquí ponemos punto y final a nuestro paso por Tashkent, una ciudad de la que esperábamos muy poco, pero que ha llegado a conquistarnos. Grandes avenidas, zonas verdes y gente muy, muy amable.
El taxista del hostel nos lleva al aeropuerto (30.000 UZS) donde cogeremos un avión rumbo al corazón de la historia de Uzbekistán, Khiva.
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Uzbekistán, ¡¡viaja seguro!!
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Y hasta aquí: “Con un par de maletas en Tashkent, Uzbekistán“
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Me encanto la nota publicada, estoy en plan de ir a Taskent porque en Uzbekistan estuve hace 20 años y recorri el interior , estuve casi nada en la capital y ahora pienso ir solo a Tashkent para combinar con otro pais vecino
Copio todo lo que publicaron que me resulta muy util
Gracias por compartir !!!
De nada Clara!! Encantados de que hayamos podido ayudarte.
Taskent tiene mucho que ofrecer y combinado, como bien dices, con un país vecino, puede ser un viaje super interesante.
A disfrutarlo mucho!!
Un abrazo