El bosque de los suicidios o su nombre real; Aokigahara Jukai (mar de árboles), dicen que esta maldito.
Este enorme bosque de 35 km2, está ubicado en el flanco noroeste del monte Fuji, junto al lago Saiko.
Pero detrás de este frondoso bosque se encuentra una triste y oscura historia.
Es desgraciadamente conocido por ser el lugar en el que más gente se ha suicidado en Japón y el segundo en el mundo. A él se acercan cada año decenas de japoneses con la intención de dejar allí sus vidas.
Los suicidios han llegado hasta tal punto, que las autoridades han tenido que poner en marcha diversos procedimientos para prevenir la tragedia. En la entrada del bosque, han colocado carteles para intentar convencer a los posibles suicidas de que no lo hagan.
Dos libros han tenido mucha culpa de estos hechos, la famosa novela Nami no Tou de Seicho Matsumoto, donde dos novios se suicidan en este mismo bosque y El completo manual del suicidio de Wataru Tsurumi, una guía del suicidio que sugiere Aokigahara como un perfecto lugar para hacerlo.
Nos adentramos en el mar de árboles, reconocemos que con cierto temor. Habíamos leído que las brújulas se vuelven locas y dejan de funcionar a causa de la cantidad de hierro que hay en el terreno y muchos excursionistas se pierden.
Lo que menos queremos es perdernos!! Así que no nos saldremos para nada del camino principal, por si acaso…
Los torrentes de lava causantes del paisaje dejaron un terreno totalmente abrupto.
Es muy complicado andar por fuera del camino. El suelo parece compacto, pero en realidad hay numerosos y grandes agujeros y algunos bastante profundos.
Las raíces de los árboles crecen de forma descontrolada entre las capas de lava.
Cuentan que el el bosque viven los espíritus de cientos de personas, ancianos y niños, que fueron allí abandonadas a su suerte, durante una gran hambruna en la Segunda Guerra Mundial.
Anduvimos aproximadamente unos 2 km bosque adentro, hasta llegar a una zona dónde ya no estaba recomendado el paso.
Una gran cuerda y un cartel indicaban que el camino se acababa y que de aquí en adelante el bosque se encontraba en estado totalmente natural.
El paisaje de este bosque hace que todas las direcciones parezcan iguales y es sumamente fácil perderse. Además como hemos comentado anteriormente las brújulas no sirven de mucho… Así que hasta aquí amigos!! no pasamos de la zona recomendada!!
Nos quedan muchas cosas preciosas por conocer de Japón y no queremos perdernos nada!!
Otra razón de peso es no querer encontrarnos con ninguna escena desagradable de la que tengamos que arrepentirnos. A partir de este punto se empiezan a encontrar cuerpos sin vida.
Todos los años voluntarios, policías y guardias forestales rescatan alrededor de 100 cadáveres del bosque.
Aokigahara Jukai, un bosque plagado de misterios y leyendas, tan denso que la luz del sol no llega a penetrar. Un paraje que crea un cierto desasosiego, impregnado de una “singular energía”, a los pies del sagrado monte Fuji.
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Japón, viaja seguro!!
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