Hoy viajamos hasta la cuidad de Kumamoto, al sur de Japón, en la isla de Kyūshū, la tercera más grande del país.
Esta ciudad es muy conocida y frecuentada por albergar uno de los 3 mejores castillos de Japón, el Castillo de Kumamoto.
Pero además de ver el impresionante castillo, hay otra visita imprescindible que hacer en la ciudad, el Suizenji Jojuen Garden o Jardín de la Elegancia.
Para llegar hasta allí hay que coger el tranvía (¥150) y bajarse en la parada de Suizenji Park (mismo nombre que el jardín, así que no tiene perdida). Desde la parada de Karashimacho (situada en el centro, muy cerca del Castillo de Kumamoto), se tardan unos 25 minutos en llegar al jardín.
Nos bajamos del tranvía, cruzamos las vías y seguimos unos carteles indicativos que nos llevan hasta el jardín sin ningún problema, unos 10 minutos caminando.
La entrada al jardín cuesta ¥400, y el horario de apertura es de de 7:30 a 18:00h (en verano) y de 08:30 a 17:00h (en invierno).
Compramos los tickets, y nos disponemos a entrar teniendo unas expectativas muy altas del lugar, ya que llamándose el “Jardín de la Elegancia“… si ya de por sí, todo es súper elegante en Japón…
Sólo con el primer vistazo, ya no pudimos menos que decir… Ohhhh!!!
El jardín representa las 53 estaciones de la ruta Tokaido y sus parajes montañosos y marítimos. Esta ruta fue la más importante de las 5 rutas del del Periodo Edo, conectando Tokio con Kioto.
El gran estanque representa el océano. Seguimos la ruta circular marcada en el mapa bordeando el lago .
Cruzamos dos pequeños y bellos puentes de piedra y la primera parada es junto al lago. Sólo con acercarnos a la orilla, las carpas se acercan a nosotros. Es la primera vez en la vida, que tocamos los peces, sólo con acercarnos a la orilla, será que están muy acostumbradas a que les den de comer…
Las vistas desde este punto, son diferentes, vemos una pequeña isla sobre el lago, con los edificios de la ciudad de fondo. Y es que no hay que olvidar que el jardín se encuentra en medio de una ciudad de casi 2 millones de habitantes.
Seguimos el camino y llegamos al Santuario Sintoísta Izumi (Izumi Shinto Shrine).
El fundador del clan Migiri Higo Hosokawa Tadatoshi, construyó en este mismo lugar el antiguo Templo Suizenji, que fue sustituido por el actual. El lugar fue elegido por tener en él un manantial cuya agua era perfecta para preparar té.
Este manantial fluye por el subsuelo desde el Sistema Volcánico Aso, situado a unos 60 km de la ciudad.
Nos purificamos en la fuente de la longevidad (a ver si vivimos muchos años…) y recorremos todo el recinto.
Salimos de nuevo al camino y justo al lado encontramos un montón de puertas toriis que nos llevan hasta otro pequeño santuario el Inari Shrine.
Pero lo más representativo y popular del jardín es “Horaitsukiyama”, una representación de la silueta del Monte Fuji en miniatura.
Punto donde todos los turistas se paran a hacer la típica foto, y no íbamos a ser menos… 😉
Seguimos recorriendo el camino y vemos una estatua de Hosokawa Tadatoshi, justo al lado de una explanada , llamada la Pradera de Yabusame, dónde antiguamente se practicaba el tiro con arco a caballo.
Las vistas desde todos los ángulos del jardín son impresionantes, evocan una atmósfera de tranquilidad y armonía.
Es perfecto para pasear, un lugar con muchísimo encanto!!!
Terminamos de bordear el lago y hacemos las dos última paradas. La primera en el Tashinama el Noh, edificio donde se hacen representaciones teatrales varios días al año.
La segunda fue en el Salón de té Kokin-Denju, originario de Kyoto, de su palacio Imperial, que fue trasladado hasta aquí en el año 1912.
Y aquí concluye la visita. Nos a encantado!!! se respira puro bienestar, todo está tan limpio y cuidado, que su nombre Jardín de la Elegancía, le hace justicia absoluta.
Era una visita complementaria al Castillo de Kumamoto, pero realmente vale la pena por sí sola!!!
Sin duda aconsejamos que si caes por estas tierras hagas una parada en el Suizenji Jojuen.
Os dejamos la web oficial del jardín, Suizenji (sólo en japonés) y un pequeño vídeo que grabamos.
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Japón, ¡¡viaja seguro!!
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Y hasta aquí: “Con un par de maletas en Japón“
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