Si tienes la oportunidad de viajar a Japón y quieres sentirte por un ratito como una auténtica geisha, este es el artículo que debes de seguir leyendo!!!
Muy cerca del precioso Templo Kiyomizu-dera en Kyoto, en una de las idílicas calles por las que todavía te puedes imaginar una geisha paseando sutilmente, se encuentra el Studio Shiki, un lugar donde hicieron realidad uno de mis sueños.
Desde siempre me ha apasionado el mundo elegante y misterioso de las geishas e incluso he estudiado Ikebana (arte floral japonés), arte que también estudian ellas y que practican muy hábilmente.
Hemos decidido explicar cómo lo planeamos, ya que como digo, es algo que tenía muchas ganas de hacer y en internet no encontramos mucha información al respecto.
Lo primero es hacer una reserva a través de su web Maiko – Henshin y elegir día y hora para la realización de la sesión fotográfica.
También debes de decidir que tipo de sesión quieres, ya que existen muchas opciones y muchos precios.
La opciones son muy variadas, desde unas simples fotos en un estudio fotográfico (¥ 13,000), a la visita a templos y casas de té, donde las fotos quedarán mucho más auténticas (¥ 40,000).
También hay otras sesiones con precios intermedios. Recomendamos entrar en su web y ver todos los planes que ofrecen.Hay que tener en cuenta que los impuestos no están incluidos por lo que hay que sumarle al precio un 8%.
Todo depende de tus gustos y por supuesto de tu presupuesto, ya que es bastante caro.
Nosotros elegimos el Strolling Plan o Plan de Paseo, que incluía :
– Transformación en geisha: kimono, maquillaje, peluquería…
– 40 poses en exteriores.
– Álbum de fotos de 6 páginas con las fotos elegidas.
– CD con todas las tomas realizadas.
– 30 minutos de tiempo libre para pasear y sacar más fotos.
El tiempo invertido para todo ello es de aproximadamente 3 horas y media y el precio en el año 2012 fue ¥18.390
Desde entonces han cambiado un poco los planes y precios, así que lo mejor es visitar su web.
El día de la sesión madrugamos bastante, teníamos la hora de la sesión reservada para las 13:00 horas, pero antes queríamos ver el Templo Kiyomizu-dera, situado muy cerca del estudio.
La visita al templo fue espectacular, el Templo del Agua Pura, uno de los más queridos de la antigua capital de Japón.
Está situado en una montaña empinada y frondosa, de la cual descienden cascadas de agua “pura”!!! debes beber agua de los 3 chorros, para tener suerte en el amor, la salud y el dinero!!!
Pues así lo hicimos, bebimos un poquito de cada chorro, por si acaso…
Después de pasear por todo el complejo y ver unas magníficas vistas de la ciudad de Kioto, descendemos por la calle Chawan-zaka o Calle de la Tetera, repleta de tiendas que le dan una enorme vida y plagada de turistas comprando souvenirs.
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Más o menos a media calle, giramos a la derecha y bajamos unas escaleras que dan a una preciosa calle empedrada, esta es la famosa calle Ninenzaka, donde se encuentra situado el estudio.
Aún quedaba una hora para cita, pero como ya estábamos allí y había muchas ganas… ( y nervios…) decidimos entrar, por lo menos a saludar…
Al entrar, lo primero, fuera zapatos!! como siempre en Japón, algo que me encanta!!!
Nos reciben muy hospitalariamente y nos confirman que podríamos hacer la sesión ya!!! ainsss, que nervios!!!
Me hacen pasar a unos vestuarios, quitar la ropa y ponerme una batita blanca y unos tabi (calcetines que se dividen en dos dedos)
Está totalmente prohibido hacer fotos o grabar durante el proceso de cambio, así que tienes que dejar el móvil y la cámara en la taquilla.
Sólo con la ropa interior, la bata y los calcetines, te llevan hasta la zona de maquillaje y peluquería, llega el gran momento!!!
Allí hay una chica esperándome, que será la encargada de realizar la mayor parte de la transformación.
Me explica que iré vestida de maiko (aprendiz de geisha), ya que los kimonos, el maquillaje y los adornos, son mucho más vistosos y alegres que los de geisha.
Y empieza la transformación!!!
Me recoge todo el pelo y me pone una rejilla en la cabeza. Aplica una crema fijadora y coge un cuenco con maquillaje color blanco. Con una brocha tradicional de bambú, como las que usan las auténticas geishas, empieza a esparcirlo por todo el rostro.
En ese justo momento, cuando sentí el maquillaje frío por la piel, cerré los ojos, y pensé que no los abriría hasta que hubiese acabado.
Y así lo hice… maquillaje blanco por la cara, cuello y pecho, perfilador de ojos, colorete rosa, cejas marcadas, labios rojos… todo rodeado de un extremo silencio, ella y yo a solas, paso a paso, sintiendo como iba completando el maquillaje.
Como curiosidad decir, que en la zona de la nuca, te dejan sin maquillar la forma de una W, para realzar esta zona erótica, que a los japoneses les vuelve tan locos!!!
Cuando acabó y abrí los ojos… aluciné!! no parecía yo!!! la vedad es que el cambio es brutal…
Pero aún no habíamos acabado, ahora tocaba sesión de peluquería… o… lo que se puede llamar, colocar una enorme y pesada peluca llena de adornos y flores sobre la cabeza.
Para esto hay dos opciones, la que llaman “zen katsura” (peluca entera), donde te colocan la peluca sin más y la segunda llamada “han katsura” (media peluca), consistente en colocar la parte delantera de tu pelo sobre la peluca, de manera que el resultado es mucho más auténtico. Esto lleva un coste adicional de ¥2.100.
Yo elegí la segunda opción y después de ver el resultado creo que merece la pena con creces la diferencia de precio.
Para que no se note la diferencia del color de la peluca con el color del pelo, te echan un spray negro, que es totalmente inocuo para el cabello. Cuando acaba con esto, el cambio ya es totalmente radical, solo me falta el kimono.
Me hacen pasar a una sala, bastante grande, donde en las dos paredes laterales hay unos percheros completamente llenos de kimonos. No sé cuantos podría haber allí, pero sin exagerar, cientos!!! De todos los colores!! imposible escoger uno!! en estos momentos me inunda la indecisión…
Tras un buen rato de mirar y mirar y dudar y dudar, doy con el elegido!!
Pero las decisiones aún no acaban aquí, ahora toca escoger el obi (cinturón que se ata sobre el kimono). Este ya no puede ser cualquiera, depende del kimono que hayas elegido, las chicas que te van a vestir, te enseñan unos cuantos que pueden quedar bien con ese kimono. Esta decisión ya es mucho más fácil…
Después de tantas dudas, me colocan en medio de una enorme sala, frente a un espejo y empiezan a vestirme.
Encima de la batita blanca que ya llevaba puesta, me ponen un ligero kimono de algodón, que sujetan con cintas.
Sobre esta segunda prenda me colocan el llamado nagajuban o enagua, que siempre es de color rojo en el caso de las maikos. Me la ajustan firmemente bajo el pecho, con cintas y más cintas y por fin encima colocan el kimono, sujetándolo con un cordón.
En este momento, ya casi ni me podía mover, estaba como una cebolla, por capas… Pero aún quedaba colocar el inmenso obi, yo no sé como pudieron colocar todos esos metros de tela, alrededor de mi!!!
Para complementar el atuendo te dan un bolsito, donde guardarás la llave de la taquilla, y te suben en unas altísimas sandalias negras, llamadas Okobo, con las que ya no te podrás ni mover…
Ya está!!! la transformación completa!!! la verdad es que podía pasar por una auténtica geisha, si no fuese por los ojos redonditos, que aún con el maquillaje me delatan…
Seguidamente aparece la fotógrafa junto con una ayudante y me conducen hasta la calle por unas empinadas escaleras de metal… yo no podía ni andar, no sé cómo no dí con los dientes en el suelo…
Allí, frente a las escaleras estaba esperando Javi, que se había ido a comer mientras me preparaban. Se quedó completamente alucinado con la transformación, no parecía yo!!!
Tras el momento inicial de nervios por todo aquello que llevaba puesto, me relajé y empecé a disfrutar de la experiencia, hasta empecé a andar fluido con aquellas enormes sandalias.
La sesión de fotos se realiza en una calle peatonal, con casas típicas que te transportan al pasado, bambú, madera, farolillos…una verdadera maravilla!!!
La fotógrafa fue muy profesional, aunque en algunos momentos no nos entendíamos muy bien.
La sesión duró aproximadamente media hora y los resultados la verdad que me encantaron!!! Son unas fotos preciosas y un gran recuerdo de Japón.
Tenemos media hora más libre, para pasear por las calles y seguir haciendo fotos por nuestra cuenta. Para ello, me cambia las enormes sandalias, por unas de madera, mucho más cómodas y casi planas.
Me hago la fotito de rigor con las profesionales y nos vamos a seguir haciendo fotos!!!
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Al principio me daba un poco de vergüenza, ya que todo el mundo me miraba… se piensan que están viendo una geisha de verdad!!!
Pero me he venido arriba y nos acercamos a las calles centrales Ninenzaka y Sannenzaka, atestadas de gente, para hacer fotos más orignales.
La verdad es que fui la atracción del momento. La gente me paraba y me preguntaban si podían sacarse una foto conmigo… en cuántos álbumes del mundo apareceré???
Todos los rincones de estas calles tienen algo especial, un lugar ideal para hacer fotos, cortinas, carteles, faroles, vallas… súper agradable.
Y así entre foto y foto, konnichiwa y konnichiwa con todas las personas que me cruzaba, se nos pasó casi sin darnos cuenta la media hora concertada.
Ponemos rumbo al estudio, para no llegar tarde, ya que los japoneses son muy estrictos con estas cosas… y hacemos una última foto en la puerta con la publicidad del local y de las sesiones fotográficas.
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Se acaba esta extraordinaria experiencia.
En un “pis pas” me quitan todo lo que costó tanto poner… y paso a desmaquillarme.
En tan solo media hora tienen preparado el CD con las fotos y el álbum impreso, unos profesionales!!
Previo pago, nos despedimos y nos marchamos del estudio muy satisfechos con el trato y sobre todo con el resultado. Salí de allí eufórica!!
Una experiencia, más que recomendable, no es un disfraz, es algo más… el mundo enigmático y misterioso de las geishas…
Os dejamos un vídeo que grabó Javi, mientras me hacían las fotos, para que os podáis hacer una idea de cómo se realiza la sesión.
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Japón, ¡¡viaja seguro!!
A continuación, te dejamos un artículo donde explicamos claramente, porqué es necesario contratar un seguro a la hora de emprender un viaje: ¿Por qué es necesario contratar un seguro de viaje?
Nos parece que es una de las cosas más importantes a la hora de preparar un viaje. Puede sonar mítico, pero… es cierto que “Más vale prevenir que curar…”
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Y hasta aquí: “Con un par de maletas en Kioto”
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¡Me ha encantado la experiencia! Esto lo tengo que hacer yo si o sí cuando visite Japón…de siempre me han gustado las geishas y su mundo. Una de mis películas favoritas es “Memorias de una geisha”. Preciosas las fotos y la experiencia inigualable 🙂
Hola Mirian, si viajas a Japón, sin duda hazlo!!!
Es una experiencia super especial. A mi también me encanta el “mundo de las geishas” y no dude ni un momento en hacer la sesión de fotos, aunque sea un poquito caro… 😉
Gracias por leernos!!Y por comentar!!! Saludos