Nuestra aventura por tierras iraníes empieza en la localidad de Kashan.
Aterrizamos en el Aeropuerto Internacional Imán Jomeini de Teherán, sobre las 11 de la noche, cambiamos dinero y negociamos con un “taxista pirata” el precio por llevarnos hasta Kashan.
Tras un pequeño regateo, llegamos al acuerdo de pagar 55€ por el trayecto. Este taxista nos llevó hasta Qom, donde nos estaba esperando un colega suyo para llevarnos hasta el destino final, Kashan.
Las carreteras son buenas, bien asfaltadas, con varios carriles y algunas completamente iluminadas. El trayecto de aproximadamente 3 horas, a pesar de ser de noche y no poder ver nada, se nos hizo bastante ameno.
Llegamos a Kashan sobre las 2 de la madrugada y sin reserva de hotel. Pero no hubo ningún problema, el taxista siempre tiene un amigo que tiene un hotel bueno y barato.
Nos llevó a un alojamiento situado en el corazón de la ciudad llamado Sadegui House. Muy amablemente nos mostraron la habitación, dimos el visto bueno y nos fuimos a dormir.
Mañana nos espera un gran día de visitas y hay que levantarse con energías renovadas.
Tras descansar solo lo justo, ya que la emoción hace que el sueño se evapore, bajamos a desayunar al precioso patio del alojamiento y nos disponemos a conocer la ciudad.
Kashan es una ciudad oasis, situada al borde del desierto de Maranjab. Su principal característica son las casas de adobe y como curiosidad os podemos contar, que es el lugar desde donde se dice que partieron los Reyes Magos, siguiendo a la estrella que los llevó hasta Belén.
Mientras caminábamos tranquilamente por la parte antigua de la ciudad, nos encontramos con un chico, con el que ya habíamos coincidimos la noche anterior en el alojamiento. Tras un rato de charla, nos dijo que era taxista y como nos pareció muy agradable, aprovechamos para cerrar con él, el traslado del día siguiente.
Visitaremos el desierto de Maranjab, un antiguo caravanserai, una mezquita, un lago salado y a continuación nos llevaría hasta Esfahan, por 1.700.000 riales.
Quedamos para las 9 de la mañana del día siguiente y seguimos en dirección al centro de Kashan.
BAZAR DE KASHAN
Nuestra primer misión del día es encontrar una tienda de telefonía para comprar una tarjera SIM iraní y poder estar conectados en todo momento.
Pero mientras la buscábamos, se nos acercó una chica muy guapa y se puso a charlar con nosotros en un perfecto inglés.
Tras un buen rato conversando, nos invitó a acompañarla hasta una casa de té, situada en el bazar de Kashan, donde había quedado con una amiga para tomarnos todos juntos algo y poder hablar tranquilamente.
Accedimos al momento y hacía allí que nos dirigimos. Fuimos recorriendo el bazar con una guía personal de lujo, que nos iba explicando cosas sobre uno de los mejores bazares de todo Irán.
Recorrimos los largos pasillos del bazar llenos de gente y de tiendas con todo tipo de artículos. Los preciosos techos abovedados hacían que fuéramos mirando gran parte del camino para arriba.
Y llegamos a uno de los principal atractivos del bazar, el Amin al-Dowleh Timche, un caravanserai de 600 años de antigüedad, con una cúpula altísima y bellamente decorada.
Las cosas que vendían en este bazar no nos terminaron de convencer demasiado, pero no nos podíamos ir sin comprar el artículo estrella de la ciudad, agua de rosas.
Acompañados de Fátima, entramos en una tienda donde nos mostraron todos los artículos muy amablemente y nos explicaron que Kashan es uno de los centros de producción de agua de rosas más importantes del mundo. Como curiosidad decir que el santuario de la Meca, el más sagrado del islam, es lavado una vez al año, con agua de rosas procedente de Kashan.
Compramos un pequeño frasquito de 3 ml por 750.000 riales.
Y finalmente llegamos al Hammam-e Khan, una casa de té del siglo XIX, donde Fátima había quedado con su amiga.
Lo primero que hacemos es acceder a la parte de atrás, donde se encuentra en antiguo hamman. Fátima nos va explicando para que servia cada zona y el funcionamiento de una máquina destiladora de agua de rosas que hay situada allí mismo. Muy interesante todo, la verdad. Si hubiésemos venido solos no hubiera sido lo mismo, ya que los carteles informativos brillan por su ausencia.
Después de ver el hamman volvemos a la casa de té, donde Fátima nos presenta a su amiga y tras las convenientes presentaciones, nos acomodamos todos juntos sobre las preciosas alfombras persas.
El lugar estaba muy, muy animado y había tanto turistas como gente local.Nos pareció un lugar agradable para relajarse un rato y disfrutar tranquilamente de un buen té.
El té está buenísmo!! Lo hay de diversos sabores y lo sirven con galletitas, azúcar roca, dátiles y canela.
Nos encantó, pero hay que decir que es un lugar un poco turístico y por ello, caro! Pagamos por 3 tés, 600.000 riales, muchísimo para ser Irán.Pero estuvimos allí tan agustito, que nos pareció que estuvo muy bien pagado.
Es un bonito lugar y el tiempo que pudimos compartimos allí, con Fátima y su amiga, fue realmente estupendo.
Con pena nos despedimos muy agradecidos de las chicas y nos vamos en busca de la tienda de telefonía a comprar la tarjeta SIM.
Como ya os contamos en los preparativos del viaje a Irán, fue bastante sencillo.
La dependienta de la tienda no hablaba absolutamente nada de inglés, pero nos paso el teléfono y hablamos con un chico, que en un periquete entendió lo que necesitábamos y se lo explicó a la chica.
La tarjeta SIM nos costó 600.000 riales y salimos de la tienda con ella en marcha.
Perfecto!! Ya estamos conectados!!
ABBASIAN HOUSE (KHAN-E ABBASIAN)
Súper contentos con la tarjeta iraní en el Iphone nos dirigimos al siguiente lugar que visitaremos en Kashan, la Khan-e Abbasian.
Cómo íbamos a visitar varias atracciones en la ciudad, compramos una entrada combinada para visitar Khan-e Tabatabei, Khan-e Abbasian y el Hammam-e Sultan Mir Ahmad por 350.000 riales. Si se quieren visitar por separado son 150.000 riales cada uno, así que merece la pena.
Nos disponemos a conocer la primera casa tradicional y la primera impresión es, wow!! Qué bonito!!
Abbasian House fue construida a finales del siglo XVIII por un rico comerciante de vidrio y es patrimonio histórico de Irán.
El complejo cuenta con 6 edificios, totalmente vacíos y situados en varios niveles. Su forma de construcción, excavando en el suelo y no construyendo encima, crea un efecto óptico, que la hace parecer mucho más alta y grande de lo que es en realidad.
Está muy bien restaurada con relieves, cristales y grandes vidrieras. El patio central tiene jardines y una gran pileta. Mola pasear por ella e imaginar cómo vivían los ricos antiguamente en Irán.
En la casa también se encuentra uno de los que dicen es de los mejores restaurantes de la ciudad,con platos típicos iraníes. No os podemos contar nada, pues no lo visitamos.
Y paseando tranquilamente por la casa Abassi, a lo lejos, vemos lo que parece un escenario para hacer fotos!! No nos lo podemos creer!! Si esto es lo nuestro!! Pues allá que vamos.
Siendo tan solo el primer día de viaje, ya hemos conseguido hacernos la mítica foto de “conunpardetrajes“, con la vestimenta tradicional iraní.
Increíble!! Nunca antes lo habíamos hecho tan rápido.
Alucinar con las pintas!! Y con el mostacho de Javi… 😉
De la casa Abassi nos dirigimos a ver otra casa tradicional, pero por el camino nos encontramos con esta mezquita, que nos pareció bastante bonita y paramos a echarle un vistazo.
TABĀTABĀEI HOUSE (KHAN-E TABATABAEI)
La segunda casa tradicional que vamos a visitar es Khan-e Tabatabaei, muy cerca de la Abassi House, como a 5 minutos caminando y no tiene pérdida, está bien señalizado.
Tabatabei House fue construida en el año 1880 por la familia Tabatabaei, es muy grande y bastante lujosa.
A nosotros nos recordó un poco a un palacio, con finos relieves en piedra, estucos, cristales y vidrieras.
Tiene 4 patios, pero el central es el más grande y el que más llama la atención. Cuenta con un gran estanque con fuentes, lo que ayuda a mantenerlo fresco en los meses de más calor.
SULTAN AMIR AHMAD BATHHOUSE
Estos baños son tan espectaculares, que los tenemos que catalogar como una de las mejores visitas de todo Irán. Son realmente bonitos y están perfectamente restaurados.
Cuentan con más de 500 años de antigüedad es un perfecto ejemplo de una antigua casa de baños iraníes.
Simplemente nos encantó. No había demasiada gente y pudimos disfrutar tranquilamente del hamman. El interior de los baños es precioso, lujoso e incluso diría que un poco ostentoso. Lo adornan azulejos de colores, bóvedas, columnas, piletas… una auténtica obra de arte.
Y además sin molestos muñecos de cera, como pasa en otros baños del país, que no te dejan hacer buenas fotos.
Yo ya me estaba imaginando tomando allí un relajante baño cual reina persa, pero nada más lejos de la realidad. Por desgracia este tipo de placeres dejaron de existir en Irán, tras las Revolución Islámica.
No olvidar subir al tejado, desde arriba se obtienen unas excelentes vistas de los tejados de Kashan y varias torres del viento.
Recomendamos hacerlo al atardecer, un momento mágico!!
Hemos estado tan entretenidos y tan agusto que son casi las 7 de la tarde y aún no hemos comido. El estómago pide a gritos una comida-merienda-cena. Así que manos a la obra, vamos a probar por primera vez el tan famoso kebab iraní.
Entramos en el primer local que vimos que los tenían y como siempre fuimos más que bienvenidos. La amabilidad de los iraníes es abrumadora!!
2 platos de kebab con arroz para llevar por 130.000 riales.
Camino al hotel también compramos unas coca colas y patatas fritas en un pequeña tienda (20.000 riales).
MEZQUITA AGHA BOZORG
Después de cenar las fuerzas ya flaqueaban, pero decidimos echar el resto e ir a visitar una de las mezquitas más curiosas de todo Irán.
Se trata de la mezquita Agha Bozorg, cuya principal característica es su patio hundido, lo que la hace parecer que está situada en un segundo piso.
En el medio del patio hay un pequeño jardín con árboles y una fuente y está totalmente rodeado por una madrasa (escuela religiosa), con habitaciones para estudiantes.
Esta mezquita es mucho más sobria y austera que otras que visitaremos más tarde a lo largo del país, pero sin duda merece la pena verla. Además, como podéis observar, por la noche se viste de gala, con una preciosa iluminación de color morado. El momento perfecto para visitarla!!
Y aquí acaba nuestro intenso día en Kashan. Mañana nos esperan muchas más aventuras, así que a descansar y que lleguen ya!!
Felices sueños!!
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Irán, ¡¡viaja seguro!!
A continuación, te dejamos un artículo donde explicamos claramente, porqué es necesario contratar un seguro a la hora de emprender un viaje: ¿Por qué es necesario contratar un seguro de viaje?
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Y hasta aquí: “Con un par de maletas en Kashan, Irán“
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